Por ello, hay que tratar, en la medida de lo posible, llevar a cabo una alimentación sostenible. Entendiendo esta como “tipo de alimentación con bajo impacto ambiental, que garantiza la soberanía y seguridad alimentaria tanto para las generaciones presentes como para las futuras” según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cómo contribuir a la sostenibilidad en la alimentación
El consumo de alimentos de origen vegetal contribuye a la sostenibilidad. Es el caso del veganismo y vegetarianismo.
Es importante saber que la producción de carne es una gran fuente de emisión de gases de efecto invernadero. Como señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ganadería es responsable hasta del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Y también son necesarias grandes cantidades de agua y tierra, con lo que repercute negativamente al medioambiente.
Esto demuestra que una dieta vegana o vegetariana es más sostenible, ya que necesita menos recursos naturales. Por ejemplo, se consume hasta un 90% menos de agua. Por ello, se recomienda focalizar la alimentación en el consumo de legumbres, frutas, verduras o cereales entre muchos otros alimentos de origen vegetal.
No obstante, independientemente del tipo de dieta, hay otras formas de contribuir a la sostenibilidad en la alimentación. Es importante aprender a reducir el desperdicio de alimentos, saber reutilizar y también reciclar.
El veganismo impacta positivamente en el medioambiente
Por todo lo anteriormente mencionado, el veganismo impacta positivamente en el medio ambiente: emite menos gases, reduce el consumo de energía, reduce el uso de agua y otros recursos naturales y protege la biodiversidad, entre muchos otros beneficios.
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